Yo no soy periodista, pero estoy atravesando unas aguas que se le parecen mucho», inicia advirtiendo Juan Andrés Ravell, una de las cabezas detrás de El Chigüire Bipolar y El Ampli de Venezuela, en la segunda charla relámpago de Latinográficas con periodistas de la región que han experimentado con el periodismo visual. La sátira, esa herramienta de la que el periodismo debe echar mano según recomendó la maestra María Teresa Ronderos, es un látigo para el poder pero también un modo de lidiar con el absurdo.