An Xiao Mina aceptó un hiato de su año sabático digital para dar la primera charla magistral de Latinográficas, el programa regional de periodismo visual de El Surtidor, el pasado viernes 9 de octubre. La tecnóloga, investigadora y escritora del libro «Memes to Movements: How the World’s Most Viral Media Is Changing Social Protest and Power» (traducido algo así como «De Memes a Movimientos: Cómo el contenido más viral del mundo está cambiando las protestas sociales y el poder») presentó en español e inglés las razones por las cuales reflexionar, analizar y no subestimar al género en la disputa de identidades e ideas en Internet.
Arrancó su charla diciendo que su teoría es que los memes son el arte callejero de Internet. «Creo que los memes tienen el poder de cambiar la sociedad y amplificar las voces de las personas marginadas para mejor o para peor. Son narrativas que pueden cambiar el discurso global», aseguró. «Nosotros vivimos en una edad de disputa memética: los memes también se pueden utilizar para difundir desinformación, odio y opresión» subrayó, alejándose del tecno-optimismo.
Para hablar sobre el impacto de los memes, es importante ponernos de acuerdo sobre qué es un meme. Desde que Richard Dawkins acuñó el término en 1975, en un intento de entender por qué algunos comportamientos humanos que parecían no tener sentido a nivel evolutivo de cierto modo eran comunes en sociedades distanciadas entre sí, hasta su popularización como formato de rage comics a principios de los 2000 en foros como 4chan, el meme aparece en nuestras cabezas casi de manera indefectible como una imagen. Pero cuando An Xiao se refiere al meme, no solo se trata del producto, esa imagen, sino todo lo que está detrás. «Son piezas de contenido que viajan de persona en persona cambiando en el camino» dice, tomando la definición de Amanda Brennan.
Porque es imposible hablar de memes sin hablar de gatos, An no dejó pasar la oportunidad para señalar que «no es casualidad» que ante la hegemonía canina, los memes hayan convertido a Internet en un parque para gatos. Contó que los gatos son los únicos animales que tuvieron una persecución religiosa, refiriéndose a la persecución de la Iglesia Católica a estos animales durante la Edad Media, cuyos prejuicios persisten a veces hasta hoy. Del mismo modo, los intentos por acallar Internet solo parecen amplificar el interés político. Sucedió durante la Primavera Árabe en Egipto en 2011, cuando un corte de Internet movilizó a más personas a las protestas, y «sucedió en China, que creó muchas plataformas que permiten censura. Entonces los mensajes de los activistas tomaron formas de gatos tiernos». Los gatos sirvieron de vehículo para pasar el mensaje entre las personas, y en el camino, cambiaron su significado para satisfacer esa necesidad.
Rescatando la idea de Dawkins, Xiao Mina dice que «muchos memes no se tratan de lo que sucede en el momento, sino sobre nuestro pasado, sobre cómo le damos sentido en signos comunes. «Los puños en alto de #BlacksLiveMatter» que retraen a estatuas y luchas anti esclavistas, «los paraguas amarillos en Hong Kong» que referencian a las sufragistas norteamericanas, «los pañuelos verdes» por el aborto legal en Argentina que recuerdan a los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo, son ejemplos de An Xiao, y «que siguen resonando porque hablan de historias mucho más antiguas, algo por debajo».
Los memes, entonces, «se tratan de la comunidad y de compartir, no sólo del contenido». Como los genes, un buen meme es aquel que muta y se replica, y se replica, y sigue replicando hasta que su creación original queda lejana, pero la idea que lleva está más presente que nunca.
Muerte al copyright y cómo un meme puede ser periodismo
Hubo un tiempo donde quisimos creer que Internet era un foro cívico. Pero en la realidad, «es un lugar para hablar de afirmaciones e identidades», dice An Xiao. Los memes son la punta de lanza en ese proceso de afirmar y expresar identidad. Xiao cuenta que una de las razones por las cuales escribió «Memes to Movements» es porque los memes se utilizan para cosas muy serias. «Estamos en el desacuerdo digital: Estamos fragmentados, y vemos diferentes tipos de humanidad expresados en los memes». En ese desacuerdo digital, al periodismo no le basta con contar los temas importantes. «Es un momento de contienda. Los medios están llevando de esa manera el lenguaje memético. Por eso #Latinográficas es tan importante», enfatizó.
Xiao no cree que usar un meme para contar historias sobre «un mundo que da tanto miedo» vaya en desmedro de la importancia de esa historia. Puede ir a contramano de lo que nos enseñaron sobre qué es el periodismo porque «los periodistas están acostumbrados al rigor, a contar una historia de manera exacta». Pero Xiao dice que es posible crear historias que enganchan, «que son visualmente poderosas», sin que eso signifique faltar a la verdad o la seriedad del tópico, ser banales o frívolos. De vuelta, Black Lives Matter es un ejemplo. «Utiliza memes para hablar de un tema muy complejo. El hashtag en tu camiseta es parte de una guerra de hashtags», dice Xiao. «Es lo que hace El Surti: pasa por lo visual, nos habla con los colores, nos transmite emociones, y luego una narrativa más profunda de lo que está sucediendo», porque «si la gente no presta atención, no podemos llegar a hablar con seriedad de los temas», aseguró.
Para la tecnóloga, el periodismo puede aprender mucho de uno de los antagonistas que busca combatir: la desinformación. «Entender cómo funciona la desinformación, emular el trabajo de comunidad, de boca en boca, hacer periodismo de movimientos, nos puede ayudar a hacer mejor trabajo». Las disputas son en varios frentes porque por un lado, hay que tener siempre presente que «las plataformas en general, incluyendo ésta» dijo, señalando el marco de su pantalla en Zoom, «se han creado con lógica capitalista, no de derechos humanos». Eso significa que se priorizan las ganancias y no la gente. «Por eso no es sorprendente que vivamos en tiempos tan difíciles en Internet», indicó.
Xiao Mina también indica que las viejas leyes de copyright se pueden convertir en un mazo de censura, y muchas veces – demasiadas veces – sirven más para atacar la libre circulación de información antes que servir a los autores de contenidos.
La relación entre el periodismo y el copyright – aún cuando los medios entran dentro de lo que se conoce jurídicamente como uso justo – se tensa más cuando hablamos de usar memes, cuyo principio por antonomasia es preocuparse menos por la «originalidad» y más por replicar y pasar una idea en el boca en boca digital. «Los memes son libres, pero nuestros cuerpos no lo son. Una forma muy fácil de parar los memes es arrestar a quienes los crean. Es una nueva forma de autoritarismo. Los memes no son solo gráficos. Son conversaciones. Y no están limitados a Internet. Están en el mundo real», finalizó An Xiao, repitiendo que «por eso es que hablo tanto del poder. Porque los memes tienen poder.»